Un recluso que está cumpliendo condena por violación agredió ayer a dos funcionarios de la prisión alicantina de Fontcalent cuando trataban de sacarle del cuarto de baño para mujeres de la prisión, según informaron fuentes del centro penitenciario. El incidente se suma a otras dos agresiones registradas en las últimas semanas en el Psiquiátrico de Fontcalent.
Los hechos ocurrieron a las 11.30 horas de la mañana de ayer en el salón de actos del centro penitenciario donde uno de los reclusos había entrado en el cuarto de baño para mujeres con la cara oculta por un pañuelo. Las mismas fuentes indicaron que en ese momento los baños estaban vacíos. Uno de los funcionarios le ordenó que saliera y se descubriera el rostro, a lo que el interno se negó y reaccionó con agresividad. El trabajador tuvo que pedir auxilio a sus compañeros y gran parte de la plantilla que estaba en el centro tuvo que ser movilizada para reducirlo. Dos de los trabajadores resultaron heridos en las extremidades y en la cabeza durante el forcejeo. De todas maneras ninguno de los dos solicitó la baja tras el altercado.
La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denunció ayer que el personal movilizado tuvo que dejar su puesto para hacerse cargo del problema y alertó de que la carencia de plantilla en el centro algún día iba a tener «un desenlace dramático». Desde este sindicato se ha venido denunciando que el penal alicantino se encuentra muy por debajo de la Relación de Puestos de Trabajo que necesita, por lo que en el día a día se debe suplir la carencia con una exigua asignación de funcionarios en cada uno de los servicios, «hasta el punto de poner en peligro la integridad física de los funcionarios».
El recluso fue condenado a seis años de prisión a finales del año pasado por haber violado a su compañera de piso en Benidorm. El procesado trabajaba como cantante en locales de ocio de la ciudad turística y en marzo del año pasado violentó la puerta de la habitación de la víctima para violarla, según declaró probada la sentencia de la Audiencia que le condenó. Se da la circunstancia de que en el momento de su detención fueron necesarios hasta siete policías para poder reducirlo, ya que se trata de una persona muy corpulenta.